13 may 2009

Mi historia 2

Volví a la mañana siguiente, había perdido mucha sangre, no me había dado cuenta de que había sido herido en el lomo durante la reyerta de la noche anterior. “Lo” me vió y se echo las manos a la cabeza, me recogió y me llevo al interior de la casa, caí en un sueño profundo, cuando desperté, al parecer dos días después, “Lo” estaba junto a mi con su pipa y con su copa. -. Buenos días cachorro.- sonreía, pero en su mirada se atisbaba tristeza, sabía que Gar y yo salíamos de caza y si yo había vuelto solo se imaginaba lo demás. Estuve unos días casi sin poder moverme, “Lo” me traía comida y me acariciaba la cabeza, me hacía sentir bien, mi hermana y mi hermano se agazapaban junto a mí para darme calor.

Pasaron varias semanas hasta que pude encontrarme plenamente recuperado, pero ya nada volvería a ser como antes, mi compañero de caza se había ido para siempre, sin embargo, como otra cara de la moneda, como los humanos solían decir, “Lo” había intensificado sus paseos conmigo, caminábamos durante horas, subíamos a las montañas y mirábamos el valle, nuestra relación se estrechó aún más. La vida transcurrió durante otros cuatro años con tranquilidad, mi hermana había tenido una camada y mi vieja madre adoptiva y ella se encargaban de su cuidado, de vez en cuando algún pequeño se escapaba y venia en mi búsqueda para que les enseñara a ser fuertes y a cazar. Me divertía ver a esos pequeños corretear y saltar unos sobre otros, añoraba mis tiempos de lobezno y desee que esos patas cortas y cabezas grandes llegaran a comprender la importancia de estrechar lazos con los miembros de la manada, a la cual yo también partencia, pero de la cual cada vez me sentía más alejado, me estaba volviendo un lobo solitario, salía a cazar solo, pasaba la mayor parte del tiempo mirando el cielo, los bosques, alejándome de todo sin saber el porqué… el único tiempo que compartía era con “Lo” y con los pequeños cachorros.

Las cosas por el valle seguían igual, la gente pastoreaba y cultivaba y yo me tumbaba en la alfombra junto a la chimenea. .-Toc Toc!.- Golpearon a la puerta y Lo se levantó a abrir. Un hombre enfurecido agitaba el puño y miraba al interior, sin lugar a dudas me buscaba a mí.

.- ¿Qué ocurre, porque estas tan alterado?-

.- Ese maldito lobo tuyo, es la tercera oveja que hace desaparecer este mes y algunas tienen marcas de mordedura, indudablemente de lobo-

.- Que dices, en siete años nunca ha atacado a ningún animal que no sea un conejo.

.- ¡¡En siete años nunca!! ¡¡Pero hace cuatro años dos cazadores fueron atacados por lo que ellos dijeron ser un lobo enorme y sediento de sangre!! ¡¡Un humano es algo más grande que un simple conejo!!-

.- Creo que es una equivocación, puede que fuera otro lobo, él siempre ha tratado con dulzura a los humanos.-

.- ¡¡NO!! Es tu lobo...todos sabemos que hace años que los lobos emigraron hacia las tierras del norte y no se les ha vuelto a ver por aquí. La gente del pueblo esta asustada.

Ahora comprendo porque desde el incidente el único humano que tiene contacto conmigo es “Lo”…comprendí que no era aceptado en esa manada, muchos sabían que yo había atacado a aquellos cazadores, pero hubo algo que me inquieto aún más, si yo no había sido quien había dado caza a esas pobres ovejas, quién o qué había sido…me escabullí mientras “Lo” y el otro campesino seguían discutiendo, al pasar por su lado el campesino me arreó un patada en el costado, reprimí mis instintos de arrancarle la pierna, no me habría hecho ganar puntos. Baje por el camino que conduce hacia la linde del bosque, rodee el lago y subí de nuevo hacia los pastos donde el campesino tenía sus ovejas, algo nuevo en lo que pensar, me invadía el nerviosismo, tenía que descubrir quién era ese cazador.

Pasaron las noches y la vigilia se hacía más pesada, no se atisbaba nada y debía permanecer oculto, si me veían los pueblerinos pensarían que el atacante no era otro sino yo y no quiero pensar cuál sería el castigo para ello, los humanos son impredecibles. Alguna que otra vez me pareció oír algo, pero cuando llegaba al lugar no había ningún rastro.

Una noche clara, volví a oír un sonido en la linde del bosque me acerque sigilosamente, entré en un pequeño claro que había entre los árboles. Otra vez nada, me disponía a marcharme y una sombra paso por detrás, giré la cabeza y no vi nada extraño. Maldición juraria haber visto una sombra, debe ser la falta de sueño está haciendo mella en mí, pero cuando volví a fijar la mirada hacia delante me sobresalte. Dos pequeñas bolas de fuego estaban frente a mí. Que era eso, que me inspiraba temor, pero que a la vez me resultaba vagamente familiar. Otras ocho bolas de fuego se acercaron hacia mí, dos por detrás y una por cada flanco. Fuese lo que fuese me tenían rodeado. El temor me invadió y sin darme cuenta mi piel se erizó y mis colmillos asomaron, mostrando un aspecto amenazante. Nada se movía, parecía que el tiempo se había detenido.
Algo por detrás se movió, lance mis fauces, dando con pelaje duro, los de los flancos se abalanzaron y logré contener su ataque trayéndome un trozo de piel. Fuese lo que fuese tenia piel, si tenía piel estaba vivo y si estaba vivo podía matarlo. Si querían mi pellejo les iba a salir caro, sin pensarlo me lance a las sombras, mordí pelaje duro, lance dentelladlas a todo cuanto se movía y recibí golpes y mordiscos por cada centimetro de mi cuerpo, por las sombras sabía que estaba luchando contra cuatro, pero las cuentas no me salían, eran más.. caí en la cuenta de que esas bolitas de fuego solo podían ser ojos y si era así debían de ser al menos cinco, entre dentelladlas intente vislumbrar donde se encontraba el otro par de ojos, y los vi. Estaban inmóviles, donde antes, los primeros que había visto. El ataque se intensificó. Sabía que iba a morir y de repente el par de ojos inmóviles se acerco lentamente a la pelea y como por algún tipo de hechizo las cuatro sombras se detuvieron y se separaron. Estaba exhausto. Me lancé contra el que se acercaba lentamente, me esquivo y caí al suelo jadeando, me levante dolorido y comprendí que me enfrentaba a algo totalmente nuevo. No los había visto llegar, no los habia olido. La luz se filtro a través de los arboles. Y los vi. Cinco siluetas, como de perros, pero esta vez no eran perros. Eran lobos.

…continuara…

2 comentarios:

Mcnulty dijo...

Ke casualidad ke esta historia salga a la misma vez ke el proyecto estrella de este blog...parece ke hay mucha envidia por estos lugares

Curiogato dijo...

jijijijij, es un blog de escritura y nunca he parado de escribir asi que...de echo tengo vrias historioas, la de hombrecitos de la noche, la de angelito y esta. oohhhhh