Decálogo de conversaciones prohibidas

Este documento ajado y pretencioso será el nuevo decalogo de intenciones para el año entrante, en lo referente a conversaciones piticlineras:


- Jamás conversar sobre nuestro estado de ánimo (Siempre hay alguien que manifiesta sus intenciones suicidas)

- No destacar las escasas o nulas posibilidades de encontrar un trabajo absurdamente digno (Entiéndase trabajar de servidor de copas en bruselas sin siquiera chapurrear el dialecto indigena, sea lo que sea que hablen alli!!!)

- No hablar sobre parafilias sexuales (Más de uno sale escandalizado tras una minima charla)

- No hablar sobre las papillotas (NO COMMENT)

- No hablar sobre el futuro (O sobre como nuestras perspectivas de futuro han sido implacablemente masacradas por nuestra propia estupidez)

- A ser posible beber hasta olvidar la desgracia de ser humano (Obteniendo así un estado de somnolencia cognitiva con el que poder olvidar al desgraciado que amablemente y sin animo de joder nos obsequia con deleite y cierta mala saña con su perfecta vida y sus perfectos niños en su perfecta casa)

Indignante entrada , como el otrora escritor legalize mi prosa y verborrea han sido vilipendiadas y rebajadas al nivel de un Down con resaca, en fin...

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Según los Geólogos modernos (amigos de los 3 Trólogos) la tierra tiene unos 4440-4551 millones de años, pues hace aproximadamente unos 4440-4550 millones de años que no entraba al blog, hace tanto tiempo que ni siquiera mi navegador recordaba la dirección, tanto tiempo que ni siquiera mi cabeza podía recordarla, tanto tiempo que si un pelo de mi nariz se hubiese dejado crecer daría la vuelta al mundo 3 veces (haciendo curvas, eh??)....Pero heme aquí de nuevo con energías literarias renovadas(pffff es la 10º vez que volvemos al blog) y la verdad que pasan tantas cosas en el mundo últimamente criticables, que no se cual escoger, podría criticar la actual situación en nuestro país, o de Europa, o del mundo, o del tiburón cíclope o del gato con dos cabezas, pero no, voy a hablar de lo que últimamente define mi día a día: La estupidez.
La estupidez es levantarme cada mañana, tomarme un café y sentarme durante al menos 2 horas delante de una pantalla a ver gilipolleces del estilo del gato de 2 cabezas y el tiburón con un solo ano. La verdad es que no se me ocurre nada que escribir, solo dejare esto como introducción por si algún día se me ocurre hacerlo. Alubión en 3, 2, 1...

Feliz Navidad

Y próspero año nuevo que dicen los advenedizos, santurrones, hipócritas y demás ralea social. Y es que hay que ser muy honesto, desagradable y pérfido me atrevería a decir, para no continuar el comportamiento ponzoñoso de la degradada sociedad, esgrimiendo falsas sonrisas y gestos caricaturescos con los que pretenden comprar la animosa atención del prójimo.