Mucho tiempo habia pasado, el pelaje alrededor de mi hocico se habia vuelto cano y aquel estado de vitalidad juvenil habia menguado, en su lugar habian aparecidos cualidades como la paciencia, la sabiduria y arrugas. Hacia tiempo que vivia con los lobos y me habian aceptado como uno de ellos. Les ayudaba a cazar, a buscar agua, confiaban en mi y yo en ellos. Quizas mi vida se alargaria mucho si contara por todo lo que pasé, estuve con varias lobas, crié varios lobezno y fui feliz en compañia, por eso voy a contaros el dia en que finalmente mi cruzada se terminó.
fue sencillo...aunque doloroso y lento. Un dia fresco, otoñal me vino un ligero olor a conejo...asi que me acerqué olfateando, bajo unos arbustos habia un conejo que parecia muerto, lo toque con el hocico, aún estaba caliente, lo agarre con los dientes y Zas!! un extraño artilugio me engancho la cabeza. un dolor intenso como nunca habia sentido antes me invadio, era el dolor de saber que iba a morir. luché con todas mis fuerzas, pero el aire me iba faltando y finalmente la lucha acabó, aquellas mandibulas de hierro me robaron la vitalidad, antes de perder mi ultimo aliento vi como un hombre se acercaba...recuerdos vinieron a mi..."Lo" que fue de él...mi compañero "Gar" al fin lo veré.....En un instante mi vida se fue. Ahora estaré en algún salón disecado, o quizas se limpien los pies en mi espalda...no lo se, a estos humanos no hay quien los comprenda.
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