Extra Extra!!!

Última hora!! Según un estudio de la Universidad Estatal Airsoft College, los jugadores asiduos de este juego de guerra sufren un trastorno psíquico consistente en diversas manías sexuales, sádicas y fetichistas que los convierten en peligrosas armas de destrucción sexual. Según el estudio, liderado por el Doctor Moi, los sujetos empiezan con tendencias sexuales normales, pero a medida que el nivel de traga-bolas aumenta, sus deseos sexuales perversos afloran para compensar la culpa que les invade su oscura mente tramposa. La mayoría de los sujetos se han mostrado muy excitados a estímulos tales como unos buenos pies, un corta-uñas, restos dejados tras la visita al podólogo o unos tacones recién salidos de una noche loca en un antro underground. Bastantes sujetos se sienten muy atraídos por parejas de mujeres con aspecto sudamericano y de buen parecer. En menor medida, algunos sujetos se sienten muy atraídos por objetos relacionados con la profesión de bombero, ya sean mangueras, lluvias doradas procedentes de esa manguera o calendarios de bomberos en paños menores.
La universidad hace un llamamiento a los jugadores, si creen que sus deseos sexuales van por esos caminos, olvidense de practicar este juego diabólico.