17 ago 2010

De cómo mi vida se convirtió en un caos

De cómo mi vida se convirtió en un caos…

Es algo curioso, como el ser humano, consciente de sus pensamientos y de la verdad que le rodea, puede llegar a ser tan mentiroso.¿¿porque mentimos??? Y me incluyo yo en ello, pues puede deberse a tantos motivos como mentiras puedas inventar, puedes mentir por no hacer daño a otros, puedes mentir por maldad o puedes mentir por aparentar, no suelo mentir por compasión y mucho menos por maldad, siempre he sido bastante honesto, pero de la mentira de aparentar no puedo escaparme, todos lo hemos hecho. Ya de pequeño me gustaba fardar de que no tenía miedo nada, cuando la realidad es que si pasaba algo que me sacaba de la monotonía o algo que alterara mi pulso a más de 70 ppm me cagaba de miedo. Nunca había sido consciente de la mentira, y de cómo se tergiversa en una red que puede llegar a no tener fin hasta el día en que mi vida se convirtió en una gran mentira que solo podía sostenerse con grandes mentiras. Paso a contar:

Soy estudiante mediocre de psicología, tengo 26 años y toda la vida por delante para ejercer esa gran ciencia que es la de la psicología, vivo con mi pareja, tengo 1 perro y me gusta sacarlo a pasear 3 veces al día mientras hago algo de deporte. Mi pareja se llama Julia y es funcionaria en la administración. Nuestra relacion siempre se ha basado en la sinceridad y en la amistad, pero hacia ya algún tiempo la notaba rara, esquiva en la cama y un tanto indiferente. Una tarde que llegue a casa tras sacar a mi perro. La noté seca, me miró y me dijo seriamente:

- Tenemos que hablar.-

Frase fulminante donde las haya, me dejo descolocado, pero nunca me imagine lo que seguiría después.

- Lo he estado pensando mucho y quiero dejar la relación.
- ¿Cómo, pero esto a que viene?
- Pues es que ya no me siento bien contigo, es muy monótona nuestra relación, y estoy llegando al punto de odiarte…y no quiero terminar así, quiero que lo que hemos tenido durante 8 años sean de buenos recuerdos… ¿Por qué no dices nada?

¿Por qué no digo nada? Esa hija de puta tiene la desfachatez de preguntarme porque no digo nada, lo único que puedo decir en este momento no puedo articularlo con palabras, siento una pena tremenda mezclado con un infinito desasosiego y que poco a poco se torna en odio.

- ¿Estás con otro?- es lo único que pude articular

Un silencio absoluto de pocos segundos que pareció ser una eternidad.

- No… ¿pero por qué dices eso?- su tono indicaba cierta irritabilidad, pero sus signos eran inequívocos, me estaba mintiendo, En esos segundos interminables que precedieron a la respuesta se había tocado la nariz, se había frotado el ojo y se había retirado el pelo atrás y no menos importante, al contestar había desviado su mirada hacia la derecha y ella era zurda. En menos de 10 segundos había seguidos las pautas para saber que estaba mintiendo.

- Mientes….- contesté. Mi mirada se había perdido. Ella replicaba, pero yo no oía nada, una sensación de hormigueo me recorría el cuerpo, un explosión de ideas me recorrían, la ansiedad se apoderaba de mi, hasta que una palabra me saco de mi letargo.
- ….otro.- desperté como de un coma profundo
- ¿Qué has dicho? Intenté que sonara convincente, pero sonó hundido.
- Estoy con otro.- contestó resignándose
- ¿Qué estas con otro?
- No quería decírtelo, pero he pensado que no podía dejarte así, nuestra relación ha sido muy bonita y siempre se ha basado en la sinceridad…

Sinceridad, esa palabra resonó en mi cabeza, sinceridad, sinceridad, retumbaba como un martillo.

- Creo que lo mejor es que pase un tiempo para que podamos ser amigos
- ¿amigos?- "sinceridad, amigos, con otro"…palabras que retumbaban en mi cabeza, palabras que alimentaban mi odio…palabras que despertaban mi instinto…

- Será mejor que me vaya, Se acercó y me besó en los labios.

"Sinceridad·, recordaba cuando le decía te quiero con toda mi alma. "Amigos", recuerdo los consejos que di a mi compañero de carrera sobre su ruptura, "Estoy con otro", el hormigueo, los martillazos, la furia, todo fue rápido. Si quieres sentir una sensación parecida, solo tienes que pedir a alguien que martillee una placa de acero rapidamente con todas sus fuerzas y mete los dedos en un enchufe.
Fue rápido, fue instintivo, fue rabioso y acabó con el sonido seco de un chasquido. Clack!.- Julia yacía en el suelo, boca abajo y su cabeza torcida en un ángulo imposible. Mi pesadilla y mi gran mentira acababan de comenzar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

De una coherencia muy sutil tu relato, aunque prefiero los relatos con más alto contenido erotico festivo, donde abunde el recondito y profuso deshonor del voyager hacia el objeto sensual deseado...

Anónimo dijo...

Amen hermano, te compadezco en esta gran mentira vital, donde la peor mentira es la vida ke llevamos.
Pd.Has plagiado a manu chao, quien tiene una cancion en la que solo dice: !!!mentira!!!