Un tratado para la vida

Y con mucho menos talento que los grandes filósofos pero con no menos descaro aquí lanzo mi tratado metafísico sobre la vida y otros menesteres.

Profundas reflexiones a lo largo de estos minutos, en los cuales me hayo totalmente embaucado por los bienes que los licores mundanos nos ofrecen, me llevan a dividir mi tratado pseudofilopfrrrrsofico en los siguientes improvisados apartados.

1º Motivos para no tirarme de un decimoquinto piso.
Porque mientras aun dure la juventud tienes la absurda esperanza de que algún día brotarán por arte de magia las virtudes que consideras esenciales para vivir la vida que tu quieres. Vida que si consiguieras aborrecerías al instante por intrascendente y carente de nuevos retos. Aunque no estaría nada mal, por al menos 10 minutos de masturbación existencial. Si es posible mejor en presencia de público que otorgue fingido mérito a tus hazañas de andar por casa.

Además tengo miedo a las alturas y debe doler bastante.

2º Sobre la existencia del ser ( y de dios ya que estamos en la tarea).
Hoy de camino al trabajo me cagué encima y eso por si mismo justifica la existencia de un yo cagón, me jiño luego existo. Además de rebote demuestro la existencia de un Dios organizador de este mundo que además tiene un sentido del humor bastante desconcertante. Como doy por hecho que no existe persona capaz de dar una explicación a tal hecho sin que se le escape una escatológica sonrisa, me acogeré a la enmienda Kantiana de que si bien la razón teórica no explica por qué un ser en su madurez, no enfermo y durante una reconocida tarea astringente como es la conducción de un turismo, se ha defecado súbitamente en sus calzoncillos favoritos, la razón práctica hace pensar que eso sólo puede ser consecuencia de la existencia de un ente superior que controla nuestros esfínteres.

3º Sobre la desidia.
Si bien no estoy completamente seguro del significado de esta palabra para mi engloba esa carencia de motivación vital, que te lleva a dejar a medias todo lo que empiezas y haciendo gala de este atributo, aquí paro de esforzarme por sacaros una leve sonrisa con mis desvarios.

A la mierda

Prrrrffffffffffffffffgggg! (sonido de combustión espontánea)