Cena Navideña o Barbacoa Agosteña?

Esa es la gran cuestion a dilucidar, y aunque pudiera entreverse en mis siguientes palabras un poso de acritud, socarronería o sarcasmo mal disimulado es necesaria la nitidez en la exposición de los hechos.
Se acerca la fecha, y aún quedan pendientes asuntos por resolver, cuestiones que a la vista de los acontecimientos no apetecen ser resueltos. Una de las cuestiones de vital importancia es la económica, Cuánto estamos dispuestos a gastar? Algunos han expresado su opinión (una minoría en relación al conjuntos de invitados) y otros han decidido dar su opinión para sí mismos, sin que el resto seamos partícipes. Otra cuestión no menos nimia es la de EL CESTO DE LA COMPRA, entiéndase el momento de ir a comprar las viandas. Esta cuestión he de presuponer se hará el mismo viernes, pero como en el caso anterior, menos han sido los valerosos que han valorado su partipación. Quienes con los invitados a tan virtuosa celebración? Otra cuestión sin responder, aunque a tenor de los resultados blogeros parece obvia la respuesta.
Es posible que la cena navideña puede transmutarse en barbacoa veraniega por vicisitudes del destino, caprichos del azar que diría el filósofo.
Excusas: TODOS TENEMOS UNA...La gran cuestión es: Queremos que se celebre la cena? Y con esta pregunta que lanzo al aire me despido de todos ustedes esperando verles el viernes con vino mediante, debatiendo temas de mayor indignación y menor calado social, departiendo sonrisas, lagrimas y alguna que otra puyita, Un beso a todos.