Mi Relato continua...

Activo el cronometro de mi CASIO, si, ese reloj cutre y barato que existe desde tiempos faraónicos, comienzo a correr…giro la calle a la izquierda y no veo nada, tampoco se oye nada. Rock salta y corre creyendo que jugamos, me mira a la espera de que le lance una piedra. Continuo Por la avenida ancha y larga...muchos coches están parados sin gente en su interior…veo cadáveres salteados, en descomposición, en extrañas posturas…mi mente divaga…¡No! concentración…Desde uno de los bloques de mi izquierda oigo como alguien me grita ¡Tráeme tabaco! A lo que contesto con el levantamiento de mi dedo. Continuo con la media maratón, sé que tras cruzar dos calles y girar a la derecha habré conquistado la gloria. Al fin giro a la derecha…bien solo han pasado cinco minutos y llegue antes de tiempo, estoy sudando y acelerado…ahora a recuperar el aliento. Para mi sorpresa voy a abrir la puerta y está cerrada a cal y canto…¡Joder! como no se me había ocurrido antes…cuando todo esto comenzó era de noche y la mayoría de los establecimientos estarían cerrados…¡piensa, piensa! Un chino…esos siempre están abiertos...Recuerdo que cerca del súper había un chino que siempre que entraba me miraba con una sonrisa de oreja a oreja, podía coger unas gominolas o unas pelis porno que siempre me miraba con la misma expresión…grasssias…grassias. Tendré que sobrevivir a base de lo que encuentre allí.

Bien por lo que puedo ver la puerta está abierta…esta vez he tenido suerte. Entro despacio, mirándolo todo muy detenidamente, parece que no hay nadie…ahora a llenar la saca, a ver, por aquí tenemos latas de conserva, gominolas, snack de patata…ooh no puedo creerlo crema de cacahuete marca CacaoXhing…esto no me lo pierdo. Bien ya tengo todo, ahora a volver. POM! ¿Qué carajos es eso?. .Miro hacia atrás y solo es Rock.- Joder me has asustado pequeño cabroncete. Pero cuando vuelvo a mirar hacia la puerta la visión que me encuentro es apocalíptica…No se si son diez, veinte o cuarenta de esos zombis bloqueándome el paso. Lo primero que pienso es en esconderme, ¿pero de que serviria? Maldición….piensa piensa, el miedo me impide pensar, me he bloqueado, mi mente está en blanco…lo único que hace es repetir en bucle la canción de Petula Clarck-downtown, los zombis permanecen parados como estacas mirando a la nada, esperando algún estímulo, en ese momento veo como Rock tranquilamente sale por la puerta, comienza a olisquear a uno de ellos para acto seguido orinarle la pierna…¡NO! Vuelve aquí enano, ¿Quieres que te despedacen?...Rock hace caso omiso y continua con su paseo. Mierda, mierda, piensa, solo me queda una opción…correr con mi lanza y llevarme todo lo que pueda por delante…bien, a la de tres lo hago. Una, dos y…no puedo, mierda estoy acojonado. Otra vez, una, dos y tres…¡AAGH! Grito con todas mis fuerzas, pero el miedo es tan grande que no puedo evitar que me salga un gallo reduciendo mi grito feroz a un estridente y afeminado chillido, eso sí, mis piernas no paran de moverse una tras otra, buscando el suelo, esprintando como un atleta voy pasando entre los zombis, que ni siquiera tienen tiempo de inmutarse, seguro que alguno de ellos pensó, si es que esas cosas piensan, que se había levantado brisa fresca, pero era yo corriendo como un galgo, ligero como una pluma y cagado de miedo. Cuando me quise dar cuenta estaba en la puerta de mi casa, no tenía la legendaria lanza del dragón…no se que había hecho con ella, pero mis puños se habían aferrado a la mochila y al carrito del IKEA, gracias a dios, había conseguido sobrevivir durante muchísimo tiempo más….al menos un mesecillo mas.